- Absténgase de cuestionarse nada.
- Olvídese a cada día de lo que ha hecho el anterior.
- Viaje.
- Coma cuanto quiera.
- Coja una hoja y escriba lo primero que se le ocurra.
- Haga todo lo que sus impulsos le dicten sin pararse a pensar en las consecuencias.
- Dedíquese momentos para sí.
- ¿Se ha dado cuenta del tacto que tienen las cosas? Fíjese, fíjese...
- Practique usted la afición de hacer tests absurdos (si son los de las revistas, mejor) para reírse un rato.
- Escuche su música favorita al volumen que se le antoje.
- Duerma hasta que se levante de un salto.
- Entre en contacto con la naturaleza.
- Salga en pelotas a la terraza.
- Olvídese de todo lo que le produzca preocupación o molestia.
- Mire adelante, siempre adelante, y si puede no andar hacia delante sino correr, mucho mejor.
- Y, sobretodo, no se quede esperando a que pase algo. Porque se encontrará con el aburrimiento y, a continuación, con la muerte.
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